ALFREDO SINCLAIR



Era hijo del ingeniero hidráulico británico George Jorge Sinclair y de la maestra panameña Quintina Ballesteros, oriunda de Gatún (provincia de Colón). La pareja tuvo que enfrentar diferencias raciales y dificultades económicas. Durante sus primeros años, Alfredo Sinclair residió en la provincia de Colón, y no conoció la ciudad de Panamá sino hasta 1938.
Estudios
En 1941, a los veintisiete años de edad, comenzó estudios en el taller de Humberto Ivaldi, al que acudía en las noches, después de una jornada de trabajo doblando tubos de neón en la fábrica Neon Product. En 1943, para estímulo de su carrera incipiente, ganó el Tercer Premio que ofrecía en aquel año la empresa panameña Cervecería Nacional.
En 1947, ya decidido a realizar su sueño de ser un gran pintor, vendió su auto en B/600.00 y se dispuso a viajar a Buenos Aires, pues aspiraba a continuar su formación en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova. Allí terminó dos años después, con la orientación del maestro Jorge Soto Acebal. Durante ese período tuvo que trabajar para sostenerse hasta que recibió una beca del Ministerio de Educación argentino, como también la recibieron otros pintores panameños.
Desde 1948, todavía siendo estudiante en Argentina, participó en varias exposiciones colectivas: la Exposición de Artes Plásticas Bodas de Oro del Club Morón, en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires, en la que obtuvo una medalla de estímulo; en 1949, el XXVIII Salón Anual de la Asociación de Estudiantes y Egresados de Bellas Artes, donde recibió el Cuarto Premio; la Muestra de Artes Plásticas del Vigésimo Aniversario de la Fundación las Heras, en la cual se le otorgó el Quinto Premio. En 1950, antes de regresar a Panamá, realizó una exposición personal en la Galería Antú, de Buenos Aires.
Trabajo luego de su regreso a Panmá
Regresó al istmo, con la mirada escrutadora puesta en Matisse, Modigliani, Gauguin y también Pollock, cuyos cuadros había visto en una exposición colectiva. Tras ese contacto y con su experiencia juvenil en la fábrica de neón a su haber, introdujo materiales e ideas nuevas en sus composiciones. En Panamá, al admirar su pintura, la crítica comenzó a reconocerlo como miembro destacado del movimiento artístico de avanzada cuyos miembros, en contacto con nuevas tendencias, abandonaban patrones, corrientes y temáticas académicos para ajustar sus criterios a una síntesis.
Así, Sinclair fue reconocido como el primer pintor que se abstrae de la anécdota, del tema, de la referencialidad, y construye con la luz y el color una significación llena de pureza. En el propio año 1950 participó en el Concurso Nacional de Pintura, y obtuvo una mención honorífica. Expuso, entonces, en el Club Unión, en el Casco Viejo de Panamá; en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá; en el Hotel Tívoli, en la Zona del Canal, y en el Consejo Municipal de la ciudad de Colón. Logró en 1951 el Primer Premio de Pintura en la Feria Industrial de Colón, y en 1952 expuso tres obras en la Exposición Centroamericana de San José, Costa Rica. Prosiguió experimentando en la búsqueda de los valores propios de su pintura: colores, líneas y composición.
Pese a que decidiera explotar la luz y el color, y que procurara transmitir sus emociones en una nueva realidad plástica, constituyó, él mismo, un termómetro social, capaz de pulsar la temperatura emocional del grupo humano en que vivía. Participó, también en 1952, en la Primera Exposición Permanente de Pintura Nacional, de la Escuela Nacional de Pintura, en Panamá. La Unión Panamericana lo incluyó en la muestra Diez Pintores Panameños, realizada en Washington, Estados Unidos, y tomó parte en el Salón Bolivariano de Pintura, en Colombia.
El 13 de septiembre de 1953 Alfredo Sinclair contrajo matrimonio con Olga Ávila, con quien tuvo tres hijos: Jorge, Olga, pintora como su padre, y Miguel Ángel.
En 1954 se le incluyó en la Exposición de la Pintura Contemporánea en América, realizada en Caracas, Venezuela, junto a Jackson Pollock, De Kooning y Archivo:Rothko. Durante ese período, su pintura osciló entre la figura y la abstracción total. En 1955 y 1957 ganó dos veces el Concurso Ricardo Miró, una de ellas con su cuadro Matto Grosso. Recibió Mención Honorífica en 1957 en San Salvador, y en 1958 figuró en la Segunda Bienal de México, con la obra Mesa verde. En 1959 inauguró una exposición individual en el Museo Nacional de Panamá.
En 1951 y en 1961, ganó el Primer Premio de Pintura en el concurso Feria Industrial de Colón, y, en este último año, junto a Alberto Dutary, Antonio Alvarado y Mario Calvit, expuso en las Ruinas de Santo Domingo, en la ciudad de Panamá; en la Librería Cultural Panameña y en la exposición colectiva del Sindicato de Periodistas de Panamá. En el Instituto Panameño de Arte (PANARTE), expuso individualmente en varias ocasiones.
En 1968 pintó un mural sobre la vida de Victoriano Lorenzo para el edificio del Banco de Crédito Popular. Más adelante pintaría otro mural sobre las ansias de justicia del pueblo panameño, en el Salón de la Nacionalidad del Palacio de Gobierno. Participó en el mismo año en un coloquio sobre pintura panameña en PANARTE, y expuso en la Caja de Ahorros de Panamá, en el Museo de Arte Contemporáneo, en el Chase Manhattan Bank de Panamá y en la inauguración del Museo del Hombre Panameño.
Su obra, que ya se había exhibido en Venezuela, El Salvador, México y Argentina, se iba conociendo en Estados Unidos, Francia y Alemania. En 1963, presentó dieciocho pinturas en la Unión Panamericana, en Washington. Su obra Indio con Piña fue seleccionada para la exposición «Pintores Centroamericanos», en el Museo de Arte de la Universidad de Kansas.
En 1965, varias de sus obras fueron seleccionadas para la primera subasta de arte latinoamericano organizada por el Comité Nacional de Mujeres de la Universidad de Brandeis, Estados Unidos, con la Unión Panamericana. Participó en exposiciones colectivas: Exposición Latinoamericana, Estudio San Guiseppe en Cincinatti, Estados Unidos; Arte Latinoamericano desde la independencia, en la Universidad de Yale, y la Feria Mundial de Nueva York, Colección ESSO.
En 1966 tomó parte en una muestra colectiva organizada por la Universidad de Yale; viajó en abril al Museo de la Universidad de Austin, Texas; en agosto y septiembre, al Museo de Arte de La Jolla, California, y en octubre y noviembre, al Museo Isaac Delgado, en Nueva Orleans. En 1967 representó a su país en la «Bienal de Sao Paulo». En 1969 comenzó a pintar un mural semi-abstracto para el Trade Development Bank, y participó en una exposición colectiva en la Universidad de Brandeis en Estados Unidos. Obtuvo el Primer Premio Maestro Xerox con su obra “Bestia Negra” y, junto a Eudoro Silvera y Guillermo Trujillo, presentó la exposición «Trois Peintres de Panamá» en la Galería Du Paseur, de París.
En la década de 1970 expuso en Frankfurt y Hamburgo; la compañía Constantin Film realizó en Munich un documental sobre su vida y obra, y fue invitado por el gobierno de la República Federal Alemana a realizar un recorrido por los principales museos del país. También fue invitado por la exposición de Casa de las Américas, en La Habana, Cuba; en Circle Gallery, de Nueva Orleans, y en la Universidad de Panamá -en la exposición «Desnudo en el Arte Panameño» de la Galería DEXA.
Su cuadro Bestia Negra se presentó en la exposición «Doce Cuadros Ganadores de Concursos» y participó en la Exposición de Pintura del III Festival Internacional de Música, en El Salvador. En 1974 fue miembro del jurado del Segundo Salón de Artes Plásticas en San José, Costa Rica, y participó en la muestra Pintores Panameños, en la Sala Enrique Echandi y en la Sala Teatro Arlequín, en Costa Rica.
En 1976, Su Obra Señales del tiempo obtuvo el Segundo Premio en el Décimo Salón de Agosto del Museo El Minuto de Dios, en Bogotá, Colombia. Ese año apareció en el Diccionario Bénezit. Exhibió veintinueve obras en la Galería El Callejón, en Bogotá. En 1978 su serigrafía Reflexión fue seleccionada para formar parte de la importante colección A.G.P.A. Expuso en la Galería El Callejón, en Bogotá, y en el Museo de Arte Costarricense. Además, una obra suya fue aceptada en la Tercera Bienal de Arte Actual de Córdoba, Argentina. En 1979 donó una obra para la subasta pro Ciudad del Niño, en Panamá; llevó una exposición a la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en México, y otra al Banco Nacional de Panamá. Una vida intensa lo mantenía ocupado constantemente en la creación y la comunicación con el público.
En la década de 1980, el Instituto Panameño de Arte organizó una retrospectiva de su obra: «Treinta Años de Pintura: Sinclair». Tomó parte en la Exposición Inaugural de la Galería de Arte 80, junto a Guillermo Trujillo, Manuel Chong Neto, Mario Calvit y Alberto Dutary. En 1981 Cartón y Papel de México seleccionó su grabado Reflexión, de A.G.P.A, para el calendario; fue invitado por el Museo de Arte Costarricense a exhibir su obra de tres décadas, y junto a su hija Olga presentó la exposición Sinclair: Dos Generaciones, en la Galería El Callejón, de Bogotá. Participó también en varias muestras colectivas: Al Fin Museo, en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá; Ocho Expresiones Artísticas y Sinclair Panorámica, para el Centro de Convenciones ATLAPA.



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